Vida paralela
Hace un tiempo estuve sin entrar a Facebook por año y medio. Ni falta me hizo. Una noche mi antiguo blackberry empezó a marcar números de teléfono a lo loco en alta horas. Al darme cuenta seguí apretando los botones que servían del teléfono y no se como...llegó a Facebook. Como resultado de la locura del celular apareció un disparate en mi status: "ltjaoo" o algo similar.
Pa' que fue eso. Mis amistades comenzaron a escribirme. "Volviste", "Wao tanto tiempo", "Aquí de nuevo" hasta un "bienvenida".
Me dio cosita por ellos porque entré involuntariamente, sinceramente no me interesaba socializar por Facebook. Muchos de los que me escribieron tenían comunicación "tradicional" conmigo por lo que no tenía urgencia de hablarles vía Facebook.
Entré a esa red social por mi amiga Verónica que me contaba de las fotos que habían subido de nuestra clase graduada. Ahí aproveche para alistarme y rápido pregunté por dos amigos que extrañaba mucho: Pedro y Onix. En cuestión de nada me pusieron en contacto con ellos. Decenas de fotos compartidas, varios reencuentros de clase, largas salidas con Pedro y Onix...gracias a Facebook.
De un día para otro dejé de entrar. Ya tenía los números de mis amigos en el celular y los emails de los demás.
Al coquetear con la política tuve que entrar nuevamente. Mi amiga Arlene se encargó de poner mi Facebook lo más privado posible y comencé a usarlo. A mi regreso estaba el "like" y varias novedades. Aún así entraba una vez por semana.
Recuerdo mi primer post: "100% jerezana". Nadie le dio like. Estaba todo tan bloqueado que hasta mi status solo podía ser visto por "only me".
Cambié esa opción de privacidad por "only friends" y listo.
Con todo y la campaña política me rehusaba a bajar la aplicación al celular. Mi amigo "geek" Gallardo me decía que era necesario. Lo ignoré un tiempo. Creo que bajé la aplicación ya cuando había decidido no participar de las primarias.
Hoy veo como las salidas son aderezadas con facebook. Fotos, status, pokes, comments, todo desde una cena, un concierto o un date. Entre amigos bromeamos cuando de repente nos vemos a todos pegao's al celular en medio de un compartir. Cuando es a mi a la que atacan les digo que tengo que atender mi vida paralela. Hay otro jangueo social a través del "social media".
Ya no hay tiempo de espera. Tu pides o preguntas y en segundos tienes respuesta.
La inmediatez de las redes sociales ha cambiado la forma de comunicar. Mi profesión (relaciones públicas) ha dado un giro inmenso a raíz de esto. El periodismo ha cambiado la manera de informar e investigar.
Ahora entro a Facebook desde el celular varias veces al día. Doy like a algunas cosas, share, etc.
Veo a los más jóvenes como se manifiestan por este medio sin pudor o responsabilidad. Al fin y al cabo las redes sociales están en su ADN y son parte de ellos.
Nosotros los que vivimos otra era donde para buscar información había que ir a la biblioteca y firmar un papelito, nos maravillamos con la inmediatez.
Las nuevas generaciones dan por sentando esa premura.
¿Cómo será el resto de la vida para ellos? O se conformarán con la vida paralela del Facebook. O será a caso que la vida paralela de ellos es la física. Ay no sé.
Pa' que fue eso. Mis amistades comenzaron a escribirme. "Volviste", "Wao tanto tiempo", "Aquí de nuevo" hasta un "bienvenida".
Me dio cosita por ellos porque entré involuntariamente, sinceramente no me interesaba socializar por Facebook. Muchos de los que me escribieron tenían comunicación "tradicional" conmigo por lo que no tenía urgencia de hablarles vía Facebook.
Entré a esa red social por mi amiga Verónica que me contaba de las fotos que habían subido de nuestra clase graduada. Ahí aproveche para alistarme y rápido pregunté por dos amigos que extrañaba mucho: Pedro y Onix. En cuestión de nada me pusieron en contacto con ellos. Decenas de fotos compartidas, varios reencuentros de clase, largas salidas con Pedro y Onix...gracias a Facebook.
De un día para otro dejé de entrar. Ya tenía los números de mis amigos en el celular y los emails de los demás.
Al coquetear con la política tuve que entrar nuevamente. Mi amiga Arlene se encargó de poner mi Facebook lo más privado posible y comencé a usarlo. A mi regreso estaba el "like" y varias novedades. Aún así entraba una vez por semana.
Recuerdo mi primer post: "100% jerezana". Nadie le dio like. Estaba todo tan bloqueado que hasta mi status solo podía ser visto por "only me".
Cambié esa opción de privacidad por "only friends" y listo.
Con todo y la campaña política me rehusaba a bajar la aplicación al celular. Mi amigo "geek" Gallardo me decía que era necesario. Lo ignoré un tiempo. Creo que bajé la aplicación ya cuando había decidido no participar de las primarias.
Hoy veo como las salidas son aderezadas con facebook. Fotos, status, pokes, comments, todo desde una cena, un concierto o un date. Entre amigos bromeamos cuando de repente nos vemos a todos pegao's al celular en medio de un compartir. Cuando es a mi a la que atacan les digo que tengo que atender mi vida paralela. Hay otro jangueo social a través del "social media".
Ya no hay tiempo de espera. Tu pides o preguntas y en segundos tienes respuesta.
La inmediatez de las redes sociales ha cambiado la forma de comunicar. Mi profesión (relaciones públicas) ha dado un giro inmenso a raíz de esto. El periodismo ha cambiado la manera de informar e investigar.
Ahora entro a Facebook desde el celular varias veces al día. Doy like a algunas cosas, share, etc.
Veo a los más jóvenes como se manifiestan por este medio sin pudor o responsabilidad. Al fin y al cabo las redes sociales están en su ADN y son parte de ellos.
Nosotros los que vivimos otra era donde para buscar información había que ir a la biblioteca y firmar un papelito, nos maravillamos con la inmediatez.
Las nuevas generaciones dan por sentando esa premura.
¿Cómo será el resto de la vida para ellos? O se conformarán con la vida paralela del Facebook. O será a caso que la vida paralela de ellos es la física. Ay no sé.
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