Jason

Te liberaste del dolor, ya los líquidos no son un problema, la pierna no molesta, no hay tos, no tienes problemas para respirar ni sientes el corazón loco. No tienes que frustrarte por los problemas del país, la sequía, la deuda ni la homofobia.

Para tí, vivir se había vuelto complicado desde el 2010 pero eso no significó que dejaras de luchar contra la injusticia y pusieras a reflexionar a muchos.

Sin mediar palabras,  ni esperar nada a cambio te hacías voluntario en las causas en las que creías. Tus problemas jamás fueron un impedimento para colaborar.

Si estaba arrollá ahí estabas tu, listo para darme la mano. 

Discutimos y reímos tanto y tanto. Hicimos tantas maldades y trabajamos sin parar para aportar al país desde SOMOS y Lo De Aquí Primero. 

Recorrimos la isla, hicimos tantas cosas y tu, aún con tu condición, siempre estuviste dispuesto.

Eras idealista, jodón, perfeccionista y te desesperaba la inacción de los demás. Vivías en un ritmo más adelantado porque querías ver las cosas pasar. No necesitaste ninguna religión para ser solidario, compasivo y empático. Decías las cosas de frente y sin miedo, a veces a raja tabla, yo te decía amarga'o y tu me decías que la gente no podía ser blandita.

Amabas a tu familia y amigos, siempre orgulloso de Isabela, ellos eran tema frecuente en nuestras conversaciones. Aprendí a quererlos con las historias que me hacías y a admirarlos por siempre estar ahí para ti.

Eras díficilito, sangrigordo y orgulloso, pero así te quise y aunque peleáramos 3 de los 7 días a la semana siempre me escribías diciendo "que no estemos de acuerdo en algo no significa que no te vaya ayudar con otras cosas o que te deje de querer".

La agenda estaba repleta de trabajo, las oportunidades creciendo y estabas sumamente feliz por eso. Tu último día pasó como te gustaba a tí, en acción, no tirado en una cama. De Quebradillas a San Juan, a trabajar, a sentirte mal, a recuperarte y luego a encontrarnos para comer, no hubo peleas para escoger el lugar, los dos dijimos lo mismo a la vez. Me hablaste muchas cosas, tal vez presentías algo. Estabas feliz, reímos sin parar y tratamos de arreglar el mundo. Que duro ese momento cuando dijiste bajito "no me siento bien" y ahí no volviste a ser el mismo. Pasó casi frente a una sala de emergencias y aún así ya era tarde. Aún no lo puedo creer, ni porque todos los días hablamos de la muerte y hasta la muerte nos vacilabamos. 

No te gustaba el drama en las redes sociales y compartíamos posts dramáticos para reírnos. Hoy podrás reírte de todo desde arriba, ver todo con claridad y "reír en silencio". 

Te salvaste del IVU, del stress de las elecciones y de ver a tus Patriots sin Brady por 4 juegos. Creo que estás feliz por eso. 

Tus últimos días fueron intensos, llenos de proyectos y colaboración como así te gustaba vivir. Hoy aunque triste no puedo ser egoísta porque tu libertad es primero. Eres libre de todo y de seguro estás ya colaborando en otro plano y motivando a los demás a apoyar #LoDeAquíPrimero.