21 días
El 6 de agosto a las 8:20pm se detuvo el tiempo. Su tiempo y el mío. Una energía del más allá me dió las fuerzas para "ayudar" a mi mejor amigo en sus últimos minutos de vida.
Tantas horas de plática, debates que duraban días por whatsapp, millas y millas recorridas, más de 60 pueblos visitados, sobre 200 pymes auspiciadas, una campaña política, una iniciativa probono y decenas de clientes. Todo junto a el y de momento sin avisar, se fue para siempre.
Para siempre. Las dos palabras más difíciles de digerir en estos pasados 21 días. ¿Cómo qué para siempre? ¿Qué pasó aquí? ¿Esto es un sueño? ¿Realmente el médico me habló como en una película? ¿De verdad llamé a su familia y a uno de sus mejores amigos para avisarles? ¿Es cierto todo esto?
A las 8:00pm buscábamos qué hacer y veinte minutos después ya no habían planes, ni visitas, ni postre, ni bromas, ni peleas. No había nada. Solo una clave verde y más de 10 enfermeros y médicos encima de su cuerpo.
La vida es efímera y cambiante. Eso me lo enseñó el cuando me hizo escuchar a Facundo diciendo "No perdiste a nadie, el que murió simplemente se nos adelantó porque para allá vamos todos, además lo mejor de él, El Amor, sigue en tu corazón."
Todos sus seres cercanos sabíamos que esto pasaría en algún momento pero nos ha costado trabajo asimilarlo. Somos ahora una red que habla de él a cada rato para mantenerlo vivo entre nosotros. Practicando su humor, su coraje, su seguridad y solidaridad. "Karla déjame saber en qué te ayudo, se que Jay te ayudaba en todo", "Karla, cuando voy a tu oficina a ayudarte", Karla, te queremos mucho", "Karla, gracias por todo". Y así desde ese día recibo mensajes de su familia y amigos que parecen enviados desde el otro lado del camino para recordarme que hay que seguir hacia adelante. Mensajes de su gente que también es mía y con la que siempre estaré unida.
La vida es un ratito. Vívela en grande y apuesta todo diariamente. Entrégate completamente. Es triste dejar el postre para luego porque ese luego puede convertirse en jamás.
En estos minutos que he estado escribiendo he tenido "la perse" de que lo encuentres muy dramático o que sientas que estoy haciendo "show", porque ya habíamos hablado que la muerte es algo natural y que es un proceso de la vida, tal vez el más importante. La muerte es solo un paso más, pero cuando se vive tan intensamente es difícil de sobrellevar.
Ahora me repito tu mantra: "todo pasará, nada es para siempre, porque siempre por algún lado, llegará el primer paso para dar otros". Mientras recorro esos pasos me aferro a la idea de que te volveré a ver en cualquier vida o circunstancia porque te podré reconocer a millas de distancia.
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