Estamina
Luego de
mucha espera, anoche se llevó a cabo el evento boxístico del año: la pelea
Cotto vs. Mayweather. Admiro a los boxeadores por su dedicación, consistencia y
coraje. Muchos intelectuales de restaurant critican la pasión nacional por este
deporte y a mí sinceramente, me enferma.
Que “si
boricuas bestiales”, que si “morones”, “celebro de mime”, entre otros pintorescos
adjetivos leí ayer en twitter de aquellos que desprecian el boxeo. Al parecer
insultar al puertorriqueño promedio se ha convertido en la diferencia de
considerarse un intelectual frente a un tipo común. Reconozco el impacto de ver
dos personas golpeándose y esperar un KO pero esto se ha convertido en parte de
la cultura de nuestro pueblo. Más pescosás cogemos a diario de religiosos y gobernantes
que con su verbo y ejecutoria aplacan el ánimo de cualquiera. Todos esos
insultos al alma de un pueblo son hechos por atorrantes con corbata o suit que poco a poco van tornando a
nuestro pueblo más violento víctima de la desesperanza.
Como
mencionaba un buen a amigo por facebook, vemos la diferencia de boxeadores y estilos entre
Cotto y Mayweather con solo reconocer a los que les acompañaban. En una esquina
Calle 13 y en la otra 50 cent. Nada más de pronunciar los nombres sabemos que
hay grandes diferencias. Un boxeador más social y otro más comercial.
Cabe
destacar la cantidad de personas que nunca apoyan a Cotto porque es un “sangrigordo”.
Me pregunto a quien le debe importar la manera de ser de un boxeador. Damn! Primero
critican porque es un deporte primitivo y después quieren que sea Mr. Congeniality. Cotto es un muchacho chévere que
sabe con quien reírse y esa es su prerrogativa. A veces pienso que es síntoma
del colonizado criticar tanto lo de aquí.
Ninguno de
los que critican aguanta un empujón y claro, no están para eso, pero antes de
criticar el esfuerzo de un atleta deberían intentar tres minutitos de
entrenamiento, a lo mejor son suficientes para no escuchar sus afrentas por un
tiempo.
Para
transformar nuestra nación necesitamos de todas y todos. A los que les gusta el
boxeo, a los que no, a los que le van siempre al oponente del puertorriqueño y
a los que les importa un comino. Para lograr grandes cosas, tenemos que salir de la tertulia entre
canapés e irnos al terreno de juego. Puerto Rico tiene mucho “atleta” pero poca
estamina. Es hora de poner la acción en la palabra, tocar base y darle un KO al
opresor para levantar un nuevo País. Necesitamos condición física y eso no se
logra de la noche a la mañana. Los resultados no se verán en un mes ni dos.
Está en la consistencia y en la dedicación poder adquirirla. Hay que leer mucho
pero también hay que ser calle.
Mientras
tanto yo llevo meses entrenando tres veces por semana con el “Zurdo” en el
gimnasio de otro gran aleta cagueño, Nelson Morales, para saber antes de
hablar. Aquel que quiera un round amistoso, estamos listos. Todos unidos en el
deporte, arte, cultura, historia y tradición, porque es eso lo que nos forma
como puertorriqueños.
A Miguel mi
eterna admiración porque solo escuchar “from Caguas Puerto Rico”, me llena de
orgullo. Haces mucho más, que aquellos y aquellas que critican (o por lo menos
es más evidente).
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