Pedro

Belenia, Janet, Pedro y yo cuando me dio por correr para representante, siempre apoyándome.

Yo tuve un mentor. Todo lo que se de empresarismo y apoyo a la empresa local me lo enseñó Pedro Julio Silva Morales. Desde el 2004 estuvo escuchando con paciencia, respeto y cariño infinito cada idea, propuesta y locura que pasaba por mi mente. 

A veces estábamos semanas sin hablar y cuando lográbamos coincidir podía ir de San Juan a Ponce hablando con el. Qué conversaciones más inolvidables. Cada llamada era una charla magistral.

Jamás minimizó ninguna inquietud o preocupación que yo tuviera. Siempre estuvo pensando en cómo hacer un impacto social y económico en Caguas y la región. 

Los primeros talleres que di en mi vida fueron gracias a él. En el 2006 iniciamos un proyecto llamado Crece Comerciante Cagüeño y rompimos récords de asistencia. Luego al próximo año hicimos Expo Caguas 2007 la primera expo de Caguas, la región centro oriental y las islas del Caribe. Esto se logró porque para Pedro simplemente no había ninguna limitación. Todo era realizable y según el ya mis ideas estaban más claras y todo mi discurso de desarrollo económico fue secundado por el.

"Ya yo no soy tu mentor mija, ya tu sabes más que yo". ¡Qué humilde siempre Pedro! Nunca egocéntrico ni presumido siempre abierto a toda idea sin importar el nivel de intelectualidad. Su pasión por ver un mejor país y su entera certeza de que todos podíamos aportar fue consistente.

“Mija es que hace más el que quiere que el que tiene”, “cuídate de los egos, la mayoría de los problemas salen de los egos”, “siempre se una profesional, no importa la circunstancia”, “mantén a tus amigos siempre cerca”, y su despedida de todas las llamadas o visitas: “mándale saludos a tus papás, al Chipo, a Belenia, Gallardo, los gemelos, Carlos y Arlene, esa gente si que es buena”, “sabes que tu siempre cuentas conmigo y siempre estaré aquí para escucharte”. 

Ay Pedro, que afortunada fui de conocerte y tener la experiencia de amar el empresarimo a través de tus enseñanzas. Sin duda una de los mejores regalos que la vida me ha dado fue poder tener de mentor a Pedro Silva.  Gracias por tanto querido amigo.