No esperes por nadie
Como empresaria por los pasados 13 años he aprendido algo nuevo todos los días. Unas lecciones más profundas que otras pero siempre con apertura para analizarlas y ver su importancia en mi vida. He sido privilegiada por tener la mejor fortuna que cualquier ser humano puede tener: gente espectacular a mi lado.
En momentos de grandes retos a.k.a crisis social y fiscal, como autónoma (dícese de aquellos que tienen que escarbar la tierra si es necesario para poder cobrar a fin de mes), he aprendido que mi mejor asset son mis familiares y amigos. No tengo duda de que he sido bendecida al nivel que a veces pienso que no he de merecer tanta gente extraordinaria a mi lado. Todo lo que me rodea es top of the line: mis padres, abuelos, hermana, tíos, primos, amigas, amigos, colegas, mentores, en fin, cada uno ha puesto su granito de arena (otros han puesto bloques y cemento) para forjar todo lo que soy. En unas semanas que estuve pensando y pensando sobre la situación del país; (algo necesario pero en esa ocasión se me fue la mano) decidí dejar el overthinking por mis amigos y padres.
Ellos fueron los que me dijeron "yo estoy igual que tu" pero jamás dejaron de darme opciones y esperanza. Esas opciones pudieron ser como un mensaje por WhatsApp cada hora para monitorear mi ánimo, llamadas, invitaciones, transferencias por ATH Movil, memes, desayunos, cenas, en fin, ellos estuvieron ahí y esa es razón suficiente para salir de cualquier atolladero. He sido rodeada por la mejor gente, doy fe de eso. Han dado cátedra para poder educar mi inteligencia emocional y han demostrado la solidaridad en todas sus vertientes. Esto no significa que todos y cada uno se hayan quedando conmigo. Unos han tomado rumbos distintos y yo valoro las grandes lecciones que me dieron, otros han partido de este plano terrenal pero los recuerdo cada día de mi vida. Mi abuelo Fallo, mi tío Johnny, mi amigo Juan, mi sobrino Esteban, mi novio Jason...todos han sido grandes maestros de la más alta jerarquía a los que pude amar sin medidas y obtener de ellos enseñanzas magistrales durante su estadía en tierra.
Empatía, entrega, alegría, lucha, solidaridad, justicia, toma de decisiones, respeto, amor propio; fueron algunas de las clases que ofrecieron. Como eterna estudiante confío en que haya pasado las clases y que de reprobar alguna de las materias, las pueda retomar con alguno de los otros maestros que aún me acompañan. Han sido muchas experiencias y he aprendido a vivir sin tener expectativas de lo demás. Las expectativas son nuestras y no podemos poner nuestros sueños en los hombros de nadie. Sí podemos contar con el apoyo y los refuerzos de nuestros seres queridos pero no podemos parar o detener nuestros sueños porque se hayan ido o alejado de tu vida.
Suelta todas las amarras y emprende el viaje de tu vida. Haz lo que amas y te apasiona sin perder el tiempo. El mejor fruto es aquel que se cultiva desde la felicidad. Yo estoy emprendiendo nuevos proyectos rodeada de la gente que me apoya, me ama y me acepta tal como soy. Tampoco pretendo que se queden para siempre porque se que son un lujo inmerecido. Acepto y vivo más que agradecida de tenerlos cerquita. Esa es la fortaleza de mi proyecto de vida, a lo que le sumo mi pasión y experiencia. Ya no hace falta nada más porque esa es la zapata de todo. No esperes por nadie, emprende tu sueño/proyecto/empresa/aventura hoy.
Hermosas vivencias. Y ganancia sustancial la capacidad de entenderlo de esta manera. Siento igual por mis amigos y familiares. Así que te comparto. Abrazo apretao, querida.
ResponderEliminarNuevamente, gracias por semejante escrito.
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